Tenemos varios proyectos de voluntariado y a veces, los voluntarios y voluntarias apenas se conocen entre sí, pero hay algo que todos ellos comparten: SON FUNDHOS.
Aprovechando que las medidas sanitarias nos lo han permitido, hemos realizado una actividad de cohesión de grupo muy divertida.
El Profesor Nuremberg llegó con un reto: debíamos desactivar el detonador de su chaleco en 65 minutos para evitar la destrucción de Cobeña. Pero esta tarea era imposible a no ser que trabajásemos en equipo.
Diversión, enigmas, instrucciones, pistas y algo de ansiedad, pero RETO CONSEGUIDO.
No hay mejor manera de sentirte parte de algo que con grandes dosis de humor y suspense. La actividad de escape room fue todo un acierto.
Con actividades como esta, pretendemos mostrar nuestro enorme agradecimiento a todas las personas que, de forma generosa, prestan su tiempo y afecto a quienes son más vulnerables.