Trabajamos con adolescentes, los conocemos y recibimos mucha información, nos cuentan el uso de sus redes sociales y la verdad, es que, en muchos casos, nos preocupa la falta de protección y el nivel expositivo de sus publicaciones.
Llevamos meses pensado en realizar una actividad que de verdad ponga de manifiesto el peligro que tienen, porque han normalizado ese uso, sin ver ningún riesgo en él.
Así que pensamos que quien mejor para transmitir esos riesgos que alguien que había sido víctima de ellos. Contactamos con APRAM, una asociación que lleva más de 20 años luchando por erradicar la explotación sexual. Recientemente han creado una campaña de sensibilización para las redes sociales llamada #TikTokTrata y desde ese punto queríamos que nos ayudasen.
La charla comenzó con alguna risita, pero cuando nuestra superviviente comenzó a hablar hubo silencio, preguntas y respeto.
Nos sorprendió que muchos de ellos hubiesen sido contactados por personas que le ofrecían dinero a cambio de contenido, y prácticamente ninguno de ellos se lo habían contado a sus padres.
Gracias al CEIPS pudimos llegar al alumnado de 4º de la ESO, edad de mayor riesgo. Creemos que es fundamental que tengan información y nuestra responsabilidad como adultos es velar por su seguridad, estar presentes.