Terminamos el segundo trimestre del año escolar 🥲 y a nuestros chicos y chicas les tocan unas merecidas vacaciones. A nosotros, por nuestra parte, nos toca hacer balance del proyecto, ¿estamos cumpliendo objetivos? ¿nuestro enfoque es el adecuado? ¿cómo se sienten los chicos y chicas?
Es imprescindible tener en cuenta la valoración que hacen del proyecto quienes lo viven cada tarde, así que hemos dedicado los últimos días a que puedan evaluar las actividades, al equipo educativo que los acompaña (profesionales y voluntarios), a la cohesión grupal generada y autoevaluación, es decir, cómo creen que aprovechan y aportan en el proyecto.
El segundo trimestre siempre es complicado, es largo, no tiene el empuje del último ni la fuerza del primero, pero para eso estamos aquí, caminamos a su lado transmitiendo toda la energía posible.
Es curioso como entre las actividades mejor evaluadas se encuentran las visitas a la Residencia de personas con enfermedad mental que Grupo 5 gestiona en Cobeña, se ha convertido en un momento muy especial que ambas partes esperan con ganas. Nuestros chicos y chicas salen de su zona de confort y se dejan sorprender por los juegos y talleres que comparten con los residentes.
Por otra parte, y sin sorprendernos, también les encantan los juegos de mesa 🎲, porque es donde más interactúan y se divierten.
Proyecto Puentes no es una ludoteca, tampoco una academia, es un espacio de convivencia y aprendizaje. Las actividades deben ser satisfactorias, pero también deben ayudarles en su desarrollo social y personal; tienen que hacer los deberes y estudiar, pero también darle espacio al cuidado y a la motivación, no ser un segundo cole sino ser un apoyo más allá de lo académico.
¡Es un gran reto!